lunes, 27 de enero de 2014

La Felicidad

Lo primero que nos debemos preguntar a nosotros/as mismos/as es si realmente somos felices ahora mismo tal y como estamos llevado nuestra vida. Depende de la respuesta que nos demos, pues es a partir de lo cual debemos comenzar a trabajar con y por nosotros mismos a la hora de encontrar dicha felicidad perdida, en el caso que no pensemos que somos felices con la vida que nos está tocando vivir. Si crees que eres feliz así, tal cual, pues entonces es que, a priori, vas por el buen camino.


Entiendo que muchas personas puedan pensar que son felices porque tienen un trabajo más o menos bien pagado, tienen pareja y están pensando formar una familia, la relación con la familia no es mala del todo y se pueden permitir salir por ahí o viajar, por poner un ejemplo. A esas personas yo les pregunto: "¿Realmente sois felices por todas estas cosas o por qué estáis felices con vosotros mismos y transmitís esa felicidad a los demás que os rodean?"

A las personas que piensan que no son felices en su vida, les preguntaría por qué piensan eso: "¿Acaso no tienen buena salud? ¿algún familiar está enfermo o estáis a la gresca todo el tiempo? ¿no tienes amigos/as que te apoyen y te animen en los momentos de bajón?"


Para ser feliz lo único que hace falta es querer serlo y, lo más importante, no depender de nadie para serlo. Es muy triste escuchar a personas que me llegan muchas veces diciendo que no son felices con su vida porque no tienen pareja o no tienen dinero. Yo les suelo decir que el dinero no da la felicidad y que si no tienen pareja tienen que aprender a vivir "solos" (en ese sentido me refiero, de no tener pareja), ya que la felicidad no te la da una persona, te la das tú mismo. Bien es cierto que, normalmente, cuando se tiene pareja afloran sentimientos olvidados, sentimientos que teníamos escondidos que, en muchas ocasiones, ni sabíamos que podríamos llegar a sentir, sí, es cierto, pero, pensad un poco... ¿a qué se deben esos sentimientos aflorados? A mi modo de ver, esos sentimientos reaparecen por varios motivos.

  1. Porque has hecho las paces con tu pasado. Has pasado página y te ves capaz de continuar con tu vida donde la dejaste (justo donde se quedó antes de tener pareja, esa relación que por lo que sea no salió bien y tuvo que terminar). Has asumido que estás sola y no te importa, eres feliz así.
  2. Te has empezado a valorar a ti misma por encima de lo que puedan pensar los demás. Como ya te da igual lo que piensen de ti, eres capaz de hacer con tu vida lo que quieras y con quien quieras.
  3. Te has dado un tiempo de reflexión. Has pensado mil veces por qué salió mal, qué hiciste mal, qué hizo mal la otra persona. Ahora ya tienes las cosas más claras y sabes lo que quieres, cómo lo quieres y cuándo lo quieres.
  4. Has conseguido vivir tu vida a tu modo sin que nadie te diga como hacerlo. Eres dueña de tus actos y no consientes que nadie te dé ordenes ni te obligue a hacer algo que no quieres o no te apetece.
  5. Te gusta tu vida así, por lo que no sientes la necesidad de estar constantemente comparándote con la gente que te rodea. Ya no sientes envidia ni celos, y eso se nota.
  6. Eres capaz de avanzar en la vida, aun sabiendo que hay cosas que no tienen remedio o solución posible. Ya no te comes la cabeza con problemas que no tienen solución. Has pasado página.
  7. Has recapacitado mucho, te has conocido a ti misma tal y como eres, y te aceptas tal cual. Ese es el primer paso hacia la felicidad de verdad.

Se nota perfectamente si todas estas cosas las has interiorizado, lo notan los demás, te notan feliz, radiante, fuerte y segura de ti misma. Por eso has sido capaz de pasar página, dejar el pasado atrás y avanzar en la vida. Puede que incluso hayas conocido a alguien especial que haya visto en ti todas estas cosas y por eso tú te sientes feliz. Pero la felicidad no viene dada por la otra persona, ¿lo ves?, viene dada por ti misma y se refleja en la otra persona, en su forma de tratarte y en cómo te sientes cuando estás a su lado y cómo le haces sentir tú a dicha persona.

Por todo esto puedo decir que la felicidad no es algo que venga del exterior, no viene de ninguna persona y mucho menos viene del dinero (la felicidad no se compra con dinero); la felicidad viene del interior de cada uno, del querer cambiar las cosas cuando vemos que así no nos va bien, que somos infelices con nuestra vida porque realmente no nos gustamos a nosotros mismos.

¡Quiérete mucho a ti mismo, para que así los demás también puedan quererte!

2 comentarios:

  1. Hola,
    Estoy aprendiendo sobre blogs en una asignatura de Administración y Finanzas y en el tema de vivencias personales me he encontrado con el tuyo. He aprovechado para ojearlo un poco y me ha parecido muy interesante.
    Gracias

    ResponderEliminar
  2. Hola,
    Estoy aprendiendo sobre blogs y en el tema de vivencias personales me he encontrado con el tuyo y me ha parecido muy interesante. He aprendido que para ser feliz lo único que hace falta es querer serlo y, lo más importante, no depender de nadie para serlo.
    Gracias

    ResponderEliminar

Después de leer este artículo, ¿qué opinas al respecto? ¿estás de acuerdo o en desacuerdo? Danos tu opinión sin miedo. Gracias.