viernes, 10 de enero de 2014

Preludio de una despedida

Hace unas semanas le envíe una carta al que por entonces era mi pareja porque no nos iba del todo bien y con la esperanza de solucionar nuestros problemas le envié unas letras. Por desgracia, esas esperanzas se quedaron en nada cuando pude comprobar que, tras unas semanas de separación, semanas que le pedí para pensar sobre la situación y buscar posibles soluciones, mostró el mismo cuajo que antes. No tenía ni el mínimo interés por solucionar nada, diciendo que no estaba en su mano ni en la de nadie mejorar la situación en la que se encontraba, no dejando de pensar sólo en sí mismo en ningún momento. 

Palabras como esas fueron el detonante que me llevó a tomar la decisión de dejarlo, de romper la relación de raíz, ya que no me veo compartiendo mi vida con un hombre que sólo sabe mirarse su ombligo, que va de víctima por la vida intentando darle pena a los demás, hombre que no tiene en cuenta los sentimientos de su pareja, que le dan igual los problemas que pueda tener con ella porque no piensa solucionarlos de ningún modo, hombre débil y sin agallas para enfrentarse a quien sea para defender lo suyo. No quiero un hombre así a mi lado.

Aquí os dejo esa carta que le envié antes de pedirle un tiempo para pensar. Ya me diréis que opináis al respecto. La muestro porque no tengo nada que esconder y me gustaría conocer opiniones externas.


Buenos días, como te dije anoche por WhatsApp, tenemos que hablar; por eso te voy a escribir unas palabras para que las leas antes de hablar, reflexiones y veas cómo me siento.

Hoy hace 7 meses desde que empezamos a salir, poco a poco te he ido conociendo cada vez más y mejor, por desgracia he conocido cosas de ti que no me gustan (como ya te podrás imaginar); cosas que te las he ido diciendo a medida que las he ido viendo, ya que siempre he intentado ser sincera contigo y decirte lo que me parece bien y lo que me parece mal. No obstante, aunque tú siempre me has dicho "no se volverá a repetir" o cosas así, al final siempre vuelves a caer. Tú eres así, ya lo sé, no lo puedes remediar, y yo no tengo derecho a pedirte que cambies por mí; más que nada porque también sé que las personas no cambian, por mucho que nos quieran vender en las películas y en los libros. Quien es de una forma, siempre será así, y si parece que ha cambiado, lo único que ha hecho es enmascarar su verdadera naturaleza, sólo finge haber cambiado para ser aceptado por los demás. Con esto no digo que tú estés fingiendo ni nada por el estilo (eso lo he dicho de forma genérica). 
Y tú dirás "No sé porque te pones así, si yo no he hecho nada malo". El problema no es que no hayas hecho nada malo, el problema es que no has hecho casi nada, ni bueno ni malo, y te explico por qué digo esto. Cuando empezamos a salir estabas siempre diciendo "por qué no te habré conocido antes? vamos a hacer un montón de cosas juntos, ya lo verás" y cosas de ese estilo. Bueno, te recuerdo que ya nos conocíamos de antes, lo que pasa es que tú no te acuerdas de mí, porque en aquella época de tu vida se ve que pasabas de todo y de todos, ibas a trabajar y para casa, no te relacionabas con la gente del trabajo y de las únicas personas que te acuerdas de la academia, de esas personas hablas muy mal. La verdad es que para que me recuerdes en plan mal, mejor que no te acuerdes de mí, pero no digas que no me conocías, porque no es así, porque yo sí que me acuerdo de cuando trabajábamos en la academia; de hecho cuando te fuiste, yo "heredé" alumnas tuyas. Sí, era yo la que entró a trabajar sin tener la carrera terminada y le dieron algunas asignaturas de las que tú dabas.
Dicho esto, también recordarte que, como dije antes, todas esas cosas que me dijiste que íbamos a hacer juntos, todos los planes que hicimos, las ilusiones puestas en esos planes... todo eso se ha ido desvaneciendo poco a poco en estos últimos dos meses. ¿Por qué? Pues por una sencilla razón, de todo lo que hablamos, no hemos hecho NADA. Es más, al principio fuimos a Itálica un día, nos acercamos a Aracena otro día, fuimos a la playa y un día estuvimos en una conferencia en el Museo Arqueológico (por lo de la pieza del mes). Pero después, todo lo que hablamos, nada de nada; cada vez que te decía lo de la pieza del mes, nunca te convenía ir (que para eso no hay ni que gastar dinero), "es que es muy temprano", "es que mi padre me ha quitado el bonobús", "es que me he quedado dormido"... Si quedábamos para dar una vuelta y cenar por ahí algo o comer, tú no comías o no comías casi nada, porque después tenías que comer en tu casa para que tu madre no te echara la bulla... Permíteme decirte que SI QUEDAR PARA COMER CON ALGUIEN ES PARA COMER, NO PARA VER COMER A LA OTRA PERSONA Y LUEGO COMER TÚ EN TU CASA. No sé lo que dirías tú en casa cuando has quedado conmigo, no lo sé, aunque me puedo imaginar que dirías algo como "me voy a dar una vuelta" o algo así, y no decías que no comías en casa. Si no es así, dímelo, aunque yo no le encuentro otra explicación.

La puntualidad no es lo tuyo. Siempre presumes de ser muy puntual, pero yo esa puntualidad no la he visto casi nunca; es más, hay días que por culpa del tráfico o de no encontrar aparcamiento yo he llegado un pelín más tarde y aún así te he tenido que esperar. Esa puntualidad no es para presumir por ahí. Igual que cuando te decía, "vamos a hacer una comida en casa, a tal hora hemos quedado para empezar" y tú aparecías 3 horas más tarde o más todavía; como pasó en mi cumpleaños, por ejemplo, que te dije "hemos quedado a las 2" y apareciste a las 5 y pico, que llegaron antes que tú Dani, Myriam y Marta que me dijeron que solo iban a venir al café.

Ya sé que puede parece que ahora mismo te estoy tirando puñales, que sólo te estoy criticando y pensarás que te estoy poniendo como el malo de la película. Nada más lejos de la realidad. Yo no pienso que tú seas el malo de la película, sólo te estoy intentando poner en palabras lo que yo he visto de ti en estos 7 meses, para que reflexiones sobre tu actitud y tu forma de ser y de mostrarte ante los demás. Y no es que te vea como un malvado, como me has puesto en tu último WhatsApp de anoche, por borrarte del grupo; es que, simplemente he cerrado el grupo, sólo estábamos tú y yo, en un grupo creado para planear las escapadas, grupo que no tiene movimiento desde que fuimos a Pilas. Lo que hemos planeado posteriormente, nada se ha llevado a cabo, y veía absurdo seguir manteniendo ese grupo abierto cuando estoy viendo que no vamos a ir a ningún sitio.

¿Cuántas veces te he dicho "No seas tan negativo, que eso es peor para ti", "No te das cuenta que cuanto más negativo seas, más te hundes?" o cosas así? No podrás echarme nunca en cara que no te haya intentado ayudar siempre con tus problemas, desánimos, cabreos con familiares, etc. Y si lo dices estarás equivocado, porque siempre he estado ahí, desde el primer día, desde antes de empezar a salir diría yo incluso. Siempre o casi siempre que hemos hablado es para que tú me cuentes lo mal que estás en tu casa, lo mal que dices que te tratan tus padres, lo mal que vives... o para contarme las peripecias de tu primo para luego criticarlo (y todo por envidia, en parte, porque ves que él consigue más cosas materiales que tú haciendo menos esfuerzo). Te lo he dicho mil veces, NO TE COMPARES CON NADIE, cada uno es como es y las circunstancias de cada persona son diferentes a las de los demás. Dices que tus padres no te quieren o por lo menos no te lo demuestran; yo te digo que no es que no te quieran o no te lo demuestren, es que esa es su forma de demostrarte lo que te quieren, que es intentando mirar por tu bien, si te machacan con los estudios y el trabajo es para que te esfuerces más en conseguir lo que quieres. Tú, en lugar de sacar esa conclusión y venirte arriba y luchar por lo que quieres, te vienes abajo, te encierras en ti mismo, los criticas a más no poder, y el esfuerzo que deberías poner en intentar conseguir tus metas, lo malgastas en criticar, en llorar y en hundirte.

Me duele ya la boca de decírtelo, y sigues sin escuchar, si hacer nada para remediar esa situación en casa con tus padres, ¿por qué? Por miedo, supongo, miedo a que te pongan de patitas en la calle (cosa que no harán, porque a pesar de todo eres su hijo), miedo a que te corten el grifo (que sabes que al final siempre algo te dan para pasar la semana, que ya con eso te dan más que a mí, dicho sea de paso). Tus padres no son malvados como te empeñas en creer. Cuando tú seas padre entenderás por qué tus padres te dicen las cosas que te dicen. Dices que tu madre tiene un problema que no ha conseguido superar, y es que en su infancia no recibía el cariño que ella esperaba que debería recibir; yo pienso que todavía no lo ha conseguido superar porque ve que su hijo tampoco le da el cariño que debería darle. Estás siempre hablando mal de ella, te da pereza acompañarla a hacer la compra, protestas cuando te manda a limpiar o cuando no se encuentra bien y tiene que ir al médico. Un buen hijo ayuda a su madre sin ningún tipo de problema, y cuando está mal la ayuda más todavía, la anima y la cuida, no le da la espalda ni se lleva todo el día protestando (aunque la ayude, "porque no le queda más remedio"). Tienes que pensar que madre sólo hay una, que esa sí que es para toda la vida y que cuando sea mayor, y más en tu caso que eres hijo único, tendrás que cuidar de ella y de tu padre, porque para eso ellos te han cuidado a ti cuando eras pequeño y no tan pequeño.
En cuanto a cómo me siento yo cada vez que me cuentas algo de eso, cuando me cuentas que estás mal porque en tu casa no te sientes querido ni valorado o cualquier otra cosa de esas que me cuentas de tus padres que te hacen hundirte y desanimarte. Pues te diré que cada vez que me lo cuentas, yo también me siento mal, porque no quiero que te sientas mal, por eso siempre he intentado animarte, pero a ti te ha dado igual lo que te haya podido decir, porque sigues autocompadeciéndote, diciendo que hay que ver lo malo que es todo el mundo y lo mal que te lo hacen pasar, que si estás muy solo (sin tenerme en cuenta a mí, por ejemplo, ni a tus amigos). Te diré que yo también me siento sola cuando me dices esas cosas y cuando pasas olímpicamente de lo que te pueda yo decir para intentar ayudarte, porque me da la sensación de que le estoy hablando a una pared; por eso las últimas veces que me has venido contando algo así no te he dicho nada para intentar animarte, porque sé que no sirve para nada todo lo que yo te pueda decir. También me siento muy sola e ignorada cuando empiezo a contarte lo que me ha pasado a mí, por lo que a lo mejor pueda estar más baja de ánimos o disgustada o cabreada, y rápidamente cambias de tema contando lo mal que estás tú, haciéndome ver que para ti lo malo es lo que te pasa a ti, que lo que le pase a los demás (incluyéndome a mí) te da exactamente igual.

Estás siempre pidiendo perdón o diciendo "lo siento". Eso me mata, porque ¿por qué tienes que sentir que me quede sola en casa, si la cuestión es que yo estoy siempre deseando que me dejen sola en casa y tranquila un rato por lo menos? No lo entiendo. Se pide perdón cuando se ha hecho algo malo, te das cuenta y te arrepientes; si piensas que no has hecho nada malo, ni te arrepientes de haberlo hecho, no tienes porque pedir perdón, ya que no te arrepientes. En tu caso, pides perdón por todo, por si acaso. A mí no me vale que me pidas perdón por algo de lo que no te arrepientes, y que vas a volver a hacer cuando menos me lo espere. Y otra cosa que me mata es que todo lo "soluciones" diciendo "TE QUIERO MUCHO" o poniendo ese amor como excusa para hacer cosas que sabes que no me gustan diciéndome "ya, pero es que te quiero mucho", como si ya con decirme eso ya estuvieras perdonado o pensando que esas son las palabras mágicas para que todo se olvide y listo. Yo puedo perdonar muchas cosas, puedo tener muchísima paciencia, pero no me olvido de las cosas (si se me olvida algo es porque yo no le he dado importancia, pero a lo que me duele o sí le doy más importancia, eso no se me olvida en la vida). Se ve que tú olvidas más rápidamente, o te cuesta menos trabajo olvidarte de las cosas.

Con estas palabras no quiero decir que ya no quiera estar contigo, ni mucho menos, solo te estoy invitando a la reflexión, a que pienses si realmente lo estás haciendo tan bien como crees (lo digo porque siempre dices "yo no he hecho nada malo") o si, por el contrario, hay cosas que no van bien. ¿Por qué no van bien? Yo diría que por choque de intereses, por choque de formas de ser y de ver la vida, por choques de carácter. Lo que tengo muy claro es que no voy a dejar que tu negatividad me arrastre a ella, yo siempre he sido o he intentado ser (todo el mundo tiene alguna rachilla mala, yo también, por supuesto) positiva en la vida, ver el lado bueno de las cosas. A mí mis padres también me meten mucha caña con los estudios, pero también entienden que estoy quemada (por eso mi madre, sorprendentemente, me ha dicho que en las navidades me de un respiro y que ya en enero retome los estudios). Yo también lo paso mal por algunas cosas que me pasan o que me dicen, pero no por ello me hundo en la miseria ni culpo al mundo de todos mis males, ni le doy la murga a nadie con mis problemas, solo hablo de ellos cuando alguien (normalmente un amigo o una amiga me pregunta cuando me ve así un poco más desanimada), pero no tengo por normal saludar y empezar con la retahíla de "pobre de mí, que hay que ver que todo lo malo me pasa a mí".
Hablar contigo últimamente se ha convertido en eso. En sólo hablar de tus problemas y cuando ya me lo terminas de contar, te callas y no sabes qué más decir, y no te da ni por preguntarme qué tal estoy o qué tal me ha ido el día o qué he hecho o que tengo pensado hacer o esas cosas. Das por hecho que no salgo de casa ni me relaciono con nadie, que no tengo ningún tipo de problema con nadie, que en mi vida es todo happy y que tú eres el único que tiene problemas o se siente mal. Cuando te quedas sin temas de conversación, o te quedas callado o me acribillas el WhatsApp con "te quiero" y miles de besos. Con una vez que me lo digas ya lo sé que me quieres, no hace falta que lo repitas cada dos minutos, tengo memoria, no se me olvida. Cuando me lo dices tantas veces seguidas me da la impresión de que, por una parte, te has quedado sin temas de conversación y no sabes qué decir (y piensas "le digo las palabras mágicas que todo lo solucionan"), y por otra parte, por miedo, miedo a que "se me olvide todo lo que me quieres" y te quiera dejar. Bueno, he de decirte que no se me olvida y que el día que dejemos de estar juntos será por decisión de los dos porque veamos que la relación no funciona.

Y ya para terminar, decirte que, después de todo lo que te he escrito, veo que la relación se ha estancado. Al principio estuvimos de acuerdo en ir poco a poco en la relación, no precipitarnos con nada y tomárnoslo con calma. Una cosa es ir despacio y otra cosa es atascarse, no avanzar y entrar en rutina ya a los 6 meses. Lo que antes nos divertía hacer juntos, a día de hoy nos aburre y no lo hacemos; hay cosas que los dos hemos tenido ganas de hacer y que no hemos hecho, ¿por qué? Pues sinceramente no sé por qué, aunque supongo que porque tú le has puesto miles de pegas (no es que no quisieras, es que para ti nunca es buen momento o buen sitio). Y de los viajes / escapadas ya ni hablo. ¿Sabes? Antes me hacía ilusión pensar que algún día podríamos irnos a vivir juntos y que todo sería estupendo, pero ahora, ya no me veo viviendo contigo, sobretodo si vas a estar protestando todo el tiempo de tener que limpiar (por ejemplo), y cuando lo haces, lo haces a medias (como el día que me dijiste que "te obligaron" a limpiar el despacho de casa y que sólo limpiaste los estantes que tú utilizas, eso me horrorizó y me hizo pensar que yo no quiero compartir casa con alguien que hace esas cosas).

No sé lo que tú pensarás de estas cosas que te he escrito. Me gustaría saberlo, y también me gustaría que no te cortases a la hora de expresar tus sentimientos, igual que yo no me he cortado en ningún momento. Hay la suficiente confianza como para ser claros y sinceros el uno con el otro. Por eso, cuando lo leas, me gustaría al menos que me respondieras a estas palabras.

Espero tu respuesta.

*** Isa ***

Después de esta carta nos dimos un tiempo para pensar y reflexionar sobre la situación, sobre si merecía o no la pena continuar una relación de ese tipo, si habría que cambiar algo o seguir tal cual. Eso fue el día 26 de diciembre. Pasamos separados todas las navidades, cosa que a él le vino bien, en parte, porque no le gustan estas fechas (cosa que a mí, personalmente, es la época del año que más me gusta; ahí hay otra diferencia); y yo, la verdad, para pasar las navidades amargada por no salir porque a mi pareja no le gustan, prefiero pasarlas sola, con la familia y/o con mis amistades.

Pasados los días de vacaciones y comenzado el curso y la rutina, y tras haber pensado en serio en toda la situación, intentado buscar soluciones y manejadas las hipótesis de si había pensado él las cosas o no, de si había cambiado o no de actitud y demás, le pedí hablar de nuevo para comprobar todas estas cosas y contarle en todo lo que había yo pensado y a las conclusiones que había llegado.

Hace dos noches, por fin, conseguí hablar con él (me había estado dando largas durante una semana). Le dije que había estado pensando y que había llegado a la conclusión de que el amor se había ido apagando, al menos por mi parte, que cada vez estábamos más alejados, que había más cosas que nos separaban que las que nos unían, y que encima, como me dijo que él no creía que nuestros problemas tuvieran solución o al menos él no veía solución posible, me di cuenta con eso que él no tenía interés en solucionar nada, que seguía teniendo la misma actitud de siempre y que yo tenía muy claro que no quería compartir mi vida con alguien así. Así que lo dejé.



2 comentarios:

  1. Hola.
    Por lo que comentas en tu carta entiendo q los dos son muy jovenes. Creo que la carta esta bien para darle una explicacion y que entienda los motivos de tu decision, de dejar la relacion. Es obvio q no tenia interes en ti. Lo siento pero es mi opinion. Creo q le falta madurez y parece un poco egoista. No creo q estuviera enamorado de ti. Lo mejor que hiciste es dejar esa relacion y no perder mas tu tiempo.
    Animo y mucha suerte.

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    1. Gracias por tu opinión :D Esto sucedió hace ya bastante tiempo y, la verdad, no me arrepiento de la decisión que tomé.

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